jueves, 7 de enero de 2010

Gracias por fumar

Luego de pasar por 2 pres y 1 instituto, se me dió por entrar a la pre IPP, que no tenía un ¨level¨ muy elevado, baste decir que la matemática era tan elemental que sacaba puros 20, y eso que a mi no me gusta Mate, al contrario, la odio desde mis épocas de Cibertec. Mi salón estaba formado por una española desinhibida (le gustaba usar transparencias), un surfer rapado que se creía italiano, un montón de palomillas monses y algunas chicas más, entre las que había una especial, Carlita, una morenita simpática de pelo cortito, a quién pude conocer mejor.
¿Y qué tenían en común estos aplicados alumnos de la pre? pues que todos eran unos fumadores compulsivos, y si bien no se fumaba en clase, apenas sonaba el timbre de algún ¨break¨ (habían dos) todos estos viciosos prendían el cigarro, y así todos los días, parecía el club del cigarro, qué bárbaros para fumar. Yo, en cambio, no fumo desde los 10 años que se me dió por prender un pucho de un cenicero, y pienso seguir así.
Al terminar los 3 meses, ingresé al IPP, empezaron las clases y noté que lo que habíamos visto en la pre no servía de mucho aquí, era otro ¨level¨, pero todo se vería truncado por un hecho que cortó mi carrera (y casi mi vida), pero esa es otra historia...

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