miércoles, 2 de diciembre de 2009

Historia sin fin

Tendría unos 12 años cuando fuí con mi familia a visitar a mi madrina y a mis primos, que vivían muy cerca de mi casa, por el cumpleaños de uno de ellos. Así, luego de la comida y demás, nos pusimos a ver ¨La historia sin fin¨ en un dormitorio de la casa. Como a media película, la gente se aburrió y se fue a hacer otras cosas y me quedé yo solo con mi prima, que era mayor por unos 5 años, de carácter apasiguado y dulce y de largo cabello liso. La habitación estaba a oscuras, la única iluminación venía de la televisión y ella estaba echada sobre la cama como una gatita (en realidad como otro conocido animal casero pero que suena feo). Ella estaba más concentrada en ver la película y yo en verla a ella, pero era un niño, no había mayor malicia en ello, simplemente admiraba su belleza, se veía tan linda a media luz, su pelo largo y lo demás...

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