jueves, 3 de diciembre de 2009

Eva del edén


Siguiendo con mi experiencia en el instituto, recuerdo que para el curso de Dibujo III, empezamos a dibujar modelos humanos, claro que como recién empezamos ellos usaban ropa. Sin embargo para el siguiente ciclo nuestra primera clase de Dibujo IV fue de lo más ¨interesante¨: estábamos todos sentados en el salón de dibujo y notamos que habían tapado la ventana de la puerta con cartulina negra, en eso, entraron dos modelos: hombre y mujer, que los habiamos visto de Dibujo III, y el profesor con naturalidad y casi sin inmutarse les dice que pasen hacia la parte de atrás del salón, una vez allí procedieron a despojarse de sus vestimentas mundanas (es decir se calatearon) y pasaron al frente. Ya se imaginaran la turbación general, los ojos desorbitados y las mejillas rojas, tanto en hombres como en mujeres, para algunos (incluyéndome) era la primera vez que veíamos a alguien del sexo opuesto desnudo, demás está decir que la modelo captaba mi atención, era delgada, de cabello negro, largo y ondulado, de facciones agradables y en traje de Eva, uno casi ni se fijaba en el dibujo. Me sonreía al ver cómo una chiquita, joven y modosita, se tapaba la cara y evitaba ver ¨la parte¨ del modelo, otra hacía chistes de doble sentido, disimulando su nerviosismo, jaja esos tiempos....

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