sábado, 19 de junio de 2010

Hay que ir al mundial a ganar...


Cada cuatro años, se desata en todo el mundo, una fiebre contagiosa que hace que el 90% de los hombres se  olviden de sus habituales tareas, para pegarse (más) al televisor y ver el mundial de fútbol.
También ocurre en nuestro país, pero nos conformamos con ser hinchas de otros equipos nacionales, porque no vamos hace más de 20 años. Ubicándonos en nuestra realidad ocio-deportiva actual, somos los peores de Sudamérica y tal vez del mundo. Aunque si se diera el milagro que, en un futuro próximo (antes del 2100) al menos clasificamos a un mundial, seguro que les edifican un monumento y los nombran héroes nacionales a estos jugadorazos nuestros.
Desde mi infancia tuve contacto con el fútbol. Jugaba en las pistas de mi calle, en el colegio. Claro que no debo haber sido muy bueno porque sino ahora estaría en el Barcelona. Personalmente no me considero fanático, pero hubo una época en que me hice muy seguidor de un equipo, especialmente por su campaña en la Libertadores, donde "casi casi" campeona (algo a lo que ya estamos acostumbrados también).
"El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes"
con esta delantera si goleamos

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