Hoy pude compartir un momento con Karina, esa chiquita coqueta de la mirada juguetona, lo malo es que su mami la sigue a todos lados como perrito faldero. Lo que cierta forma comprendo, si su hijita es casi una nena y no quiere que le quiten su preciado tesoro. Karina tiene el pelo achocolatado, largo, liso, con cerquillo y olor a champú ammen... un marco espectacular para su carita angelical, su sonrisa traviesa, y esos ojos juguetones, chispeantes, hipnotizantes. Cuando reímos de alguna ocurrencia, ella voltea a verme y yo también busco sus ojos y nos miramos fijamente unos segundos. Karina vestía unos jeans azules que resaltaban su figura y hacían juego con sus botas negras de cazadora (me matan las botas femeninas).
"Ah, Karina, eres un sueño hecho mujer, musa inspiradora de apasionados versos, la más dulce y guapa, única e irrepetible"
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